et verbo caro factum est

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Musica sacra



Existe una gran distinción entre lo que es la musica sagrada y la musica liturgica, ya que existen algunos cantos que dentro de la celebracion eucaristica, horas santas, etc, se hacen y no son lo mas conveniente, ya que no invita o no se le da el sentido primero, sino que se le da un añadido al valor, cambiando por completo su sentido original. Por ejemplo cuando se canta y se le añaden con el tiempo, mas y mas arreglos musicales, que el final no dicen lo que el autor queria dar a conocer.

La Guadalupana
Mi 
Desde el cielo una hermosa mañana ( 2 )
Mi7           La        Si7                    Mi
la Guadalupana, la Guadalupana,
         Si7                          Mi 
la Guadalupana bajo al Tepeyac. ( 2 )

Suplicante juntaba sus manos ( 2 )
y eran mexicanos y eran mexicanos,
y eran mexicanos su porte y su faz. ( 2 )

Su llegada  llenó de alegría ( 2 )
de luz y armonía, de luz y armonía
de luz y armonía todo el Anáhuac. ( 2 )

Junto al monte pasaba Juan Diego ( 2 )
y acercóse luego, y acercóse luego,
y acercóse luego al oír cantar. ( 2)


A Juan Diego la Virgen le dijo : ( 2 )
" Este cerro elijo , este cerro elijo,
este cerro elijo para hacer mi altar ". ( 2 )

Y en la tilma, entre rosas pintada, ( 2)
su imagen amada, su imagen amada
su imagen amada se dignó dejar.

Desde entonces para el mexicano ( 2 )
ser guadalupano, ser guadalupano,
ser guadalupano es algo esencial. ( 2 )

En sus penas se postra de hinojos ( 2 )
y eleva sus ojos, y eleva sus ojos,
y eleva sus ojos hacia el Tepeyac ( 2 )

Madre mía que estas en el cielo, (2)
Danos tu consuelo, danos tu consuelo, danos tu consuelo y danos tu paz.




El Señor es mi Rey

Bm Bm Bm Bm A Bm (Intro)

Bm A
El Señor es mi rey, mi todo

Bm Bm A
el Señor es mi luz, mi rey...

G G D
el que me hace vibrar de gozo
G D
el que guía mis pasos
G D
el que extiende sus brazos
G D A Bm
el creador de los cie_e_los...

Te quiero alabar

Dm - C - A# - Asus4 - A

Dm C A# ASUS4 - A
Te quiero alabar, te quiero bendecir
Dm C A# ASUS4 – A
Te quiero alabar, te quiero bendecir
Dm C A# ASUS4 – A
Asi, en paz; así, en paz, te quiero alabar
Dm C A# ASUS4 – A
Así, en paz; así, en paz, te quiero alabar
Gm C
pues mi espíritu confirma que tu
F A#
eres un Dios de quietud
Gm C
pues mi espíritu confirma que tu
F A# - A
eres un Dios de paz


No quiero caminar si no vas junto a mí
No quiero caminar si no vas junto a mí
No quiero continuar si no estas junto a mí
No quiero continuar si no estas junto a mí
pues sin ti estoy seguro que yo
no podría seguir
pues sin ti estoy seguro que yo
no podría seguir


Te quiero alabar, te quiero bendecir
Te quiero alabar, te quiero bendecir
Así, en paz; así, en paz, te quiero alabar
Así, en paz; así, en paz, te quiero alabar
pues mi espíritu confirma que tu
eres un Dios de quietud
pues mi espíritu confirma que tu
eres un Dios de paz



Si tomamos estas palabras en su significado ordinario, es facil establecer el significado de "canto litúrgico". Así como decimos altar litúrgico, vestiduras litúrgicas, cáliz litúrgico, etc., para indicar que estos objetos varios corresponden en materia, forma, y consagración con los requerimientos de los usos litúrgicos en los cuales ellos son usados, así mismo un canto, si su estilo, composición, y ejecución prueban ser adecuados para uso litúrgico, puede apropiadamente ser llamado canto litúrgico. Todo recibe su especificación del propósito al cual este sirve, y por ser de mayor o menor aptitud para servir tales propósitos; sin embargo, es necesario dedicarse a hacer un mejor análisis para descrubrir las muchas maneras posibles en las que las palabras "canto litúrgico" pueden ser aplicadas. En el sentido estricto de la palabra, la palabra "canto" significa una melodía ejecutada solamente por la voz humana, bien sea bajo la forma de un canto en un solo tono o en armonía. En un sentido mas amplio de la palabra también incluye aquellos cantos que están acompañados por instrumentos; pero la porción de honor siempre es retenida por la parte vocal. En un sentido mas amplio pero incorrecto, la palabra "canto" también es aplicada a la música instrumental, puesto que sus cadencias imitan la inflexión de la voz humana, ese primero y mas perfecto de los instrumentos, la obra de Dios Mismo. Y por lo tanto, luego de la introducción del órgano en las iglesias, cuando este comenzó a alternar con los cantantes de música sacra, encontramos a escritores medievales usando deliberadamente la frase "cantant organa" y mas aún "cantare in organis".

Ahora, considerando que la Iglesia permite en sus servicios litúrgicos no solamente a la voz humana, pero un acompañamiento de estos por el órgano u otros instrumentos, e incluso órgano e instrumentos sin la voz humana, es en este sentido que nosotros le vamos a usar, canto litúrgico significa música litúrgica, o, para emplear una frase mas usual, música sacra.

Por consiguiente podemos considerar que la música sacra incluye cuatro elementos distintos pero subordinados: (1) canto simple, (2) canto armonizado, (3) uno u otros de estos acompañados por un organos u otros instrumentos, (4) órgano e instrumentos solamente. En que estos elementos están subordinados uno al otro tenemos que determinarlo dependiendo de la mayor o menor propiedad con que el adjetivo "litúrgico" les sea aplicado. Debemos comenzar con algunas observaciones generales, y por eliminación alcanzar el fin que tenemos a la vista.

(1) Música sacra es música en el servicio de adoración. Esta es una definición generica y básica de todo ese tipo de música, y es una definición obvia y directa. Cuando la adoración del Dios verdadero es en cuestión, el hombre debe empeñarse siempre en ofrecerle lo mejor de lo suyo, y en la manera que sea la menos desmerecida por la Divinidad. Desde esta idea basica brotan dos cualidades que la música sacra debe tener, y que están sentadas en el documento papal "Motu Proprio," 22 November, 1903, es decir que música sacra debe ser verdadero arte, y al mismo tiempo arte santo. En consecuencia no podemos defender como música aquella que carezca de arte, por razon de su pobreza de concepción, o su ruptura de todas las leyes músicales de composición, o cualquier música, no importando cuan artística ella pueda ser, la cual es dada a usos profanos, tal como bailes, teatro, y objetos similares, dirigidas albeit ever so honestamente a entretener ("Motu Proprio," II, 5). Tales composiciones, aunque sean el trabajo del mejor de los maestros y sean bellísimas en si mismas, aunque superen en encanto a la música sacra de tradición, debe siempre permanecer indigna del templo, y como tal are to be got rid of as contrary to the basic principle, mediante el cual todo hombre razonable debe ser guiado, que los medios deben ser adaptados al fin a alcanzar.

(2) Tomando un paso mas adelante en nuestro argumento debe tenerse en mente que no estamos aqui lidiando con adoración de Dios en general, pero con su adoración como es practicada en la verdadera Iglesia de Jesucristo, la Igelsia Católica. Por lo tanto para nosotros la música sacra primordialmente significa música al servicio del culto Católico. Este culto se ha construído así mismo y ha sido mantenido deliberadamente aparte de cualquier otra forma de culto; contiene su propio sacrifico, su propio altar, sus ritos propios, y es dirigida en todo por la soberana autoridad de la Iglesia. Por ello, ninguna música, no importa cuanto sea empleadad en cultos que no sean Católicos, nunca pueden, por esta razon, ser vistos como sagrados y litúrgicos. A veces nos encontramos con individuos que nos recuerdan de la música de los Hebreos, y que buscan con ello justificar todo tipo de gozo en la Iglesia (cantos, música instrumental, música y sonidos ensordecedores), aún llegando tan lejos como para alegar "omnis spiritus laudet Dominum" como si ese verso debería excusarlo todo, y todo lo que sus "espiritus" individuales sugieren, sin importar que tan nuevo e inusual. Si tal criterio fuese admitido, hay muchos otros elementos del rito Hebreo que tendríamos que aceptar, pero que la Iglesia ha rechazado desde hace mucho tiempo por considerarla como impropio del sacrificio del Nuevo Testameto y del espiritu de la Nueva Ley (cf. St. Thomas, II-II, Q. xci, a. 2, ad 4um). La misma observación se aplican a la música utilizada en el rito Protestánte. No importa cuan seria y solemne, aún cuando ella pertenezca al estilo de música que la Iglesia reconoce como sacra y litúrgica, ella nunca debe ser usada como patron o modelo, al menos exclusivamente para la música sacra de la Iglesia Católica. La calurosa y solemne dignidad del culto Católico no tiene nada en comun con la palida fragilidad de los servicios Protestántes. Por tanto, nuestra opción debe ser siempre y exclusivamente guiada por la naturaleza especifica de culto Católico, y por las reglas dadas

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